Es innegable el tirón comercial del cine familiar. Las razones, obvias: se trata de películas toleradas para todos los públicos que ofrecen una ocasión perfecta para que padres e hijos compartan un rato en la sala de cine. Además, en el alquiler y compra de DVDs, los más pequeños también deciden, lo que les asegura a estas cintas un alto rendimiento comercial, al que también se ha de añadir los jugosos dividendos provenientes de la venta de productos de merchandising y juguetes derivados del filme. Pero no todas estas cintas consiguen conjugar la fórmula ideal, la que hace que la peli asegure diversión por igual a niños y adultos. Los Increíbles, Wallace y Gromit o Shrek son algunos de los filmes recientes poseedores de esta exitosa ecuación. Sus guiones ofrecen chistes y acción propicios para el niño, pero también se elaboran con la suficiente perspicacia como para que los adultos también lo pasen bien y desentrañen ese segundo mensaje, de carácter didáctico, casi siempre presente en la historia. Como no hacer caso al que dirán, en Shrek, o el no verse superior a los demás por contar con cualidades extraordinarias, en Los Increíbles.
Dirección: Mike Mitchell.
País: USA.
Año: 2005.
Duración: 102 min.
Género: Comedia, acción, aventuras.
Interpretación: Kelly Preston (Josie/Jetstream), Michael Angarano (Will Stronghold), Kurt Russell (Steve Stronghold/El Comandante), Danielle Panabaker (Layla), Mary Elizabeth Winstead (Gwen Grayson), Steven Strait (Warren), Dee-Jay Daniels (Ethan), Kelly Vitz (Magenta), Lynda Carter (Directora Powers), Bruce Campbell (Entrenador Boomer), Dave Foley (Mr. Boy).
Guión: Paul Hernandez, Bob Schooley y Mark McCorkle.
Producción: Andrew Gunn.
Música: Michael Giacchino.
Fotografía: Shelly Johnson.
Montaje: Peter Amundson.
Diseño de producción: Bruce Robert Hill.
Dirección artística: William Hawkins.
Vestuario: Michael Wilkinson.
Estreno en España: 24 Febrero 2006..
Web: www.disney.es/Filmes
Disney/skyhigh
El argumento, sazonado de chistes y acción, tiene el típico envés didáctico. En este caso, doble, ya que deja como eseñanzas la fidelidad a los amigos y el no presionar a los niños para que alcancen metas fuera de su alcance. No tiene grandes pretensiones, pero cumple a la perfección su objetivo: hacer pasar un buen rato a niños y grandes durante hora y media.