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Herencia corregida y aumentada

Por | 15 julio 2007 | Comentar


¿Se puede hablar de una resucitación del género zombie? Quizá no sea para tanto, pero sí resulta ya indudable el tirón de los últimos años de este tipo de cine, antaño vituperado, hoy reconocido como válida referencia artística para abordar la autodestructiva naturaleza humana. Argumentos favorables a estas tesis los encontramos en el regreso de George A. Romero con Land of the Dead, o en el excelente tributo rendido a éste por el talentoso Zack Snyder en su 'remake' de Dawn of the Dead, o también en la sorpresiva 28 días después, del británico Danny Boyle, embrión de la secuela ahora dirigida por el canario Juan Carlos Fresnadillo. Aunque, en rigor, tanto en el trabajo de Boyle como en el de Fresnadillo no son zombies quienes devoran a sus semejantes, sino seres humanos contagiados por el virus de la ira.


Título: 28 semanas después (28 weeks later)
Dirección: Juan Carlos Fresnadillo.
País: Reino Unido.
Año: 2007.
Duración: 99 min.
Género: Acción, Terror, ciencia-ficción.
Interpretación: Robert Carlyle (Don), Rose Byrne (Scarlet), Jeremy Renner (Doyle), Harold Perrineau (Flynn), Catherine McCormack (Alice), Imogen Poots (Tammy), Idris Elba (general Stone), Mackintosh Muggleton (Andy).
Guión: Juan Carlos Fresnadillo, Enrique López Lavigne, Rowan Joffe y Jesús Olmo.
Producción: Andrew Macdonald, Allon Reich y Enrique López Lavigne.
Producción ejecutiva: Danny Boyle y Alex Garland.
Fotografía: Enrique Chediak.
Montaje: Chris Gill.
Diseño de producción: Mark Tildesley.
Vestuario: Jane Petrie.
Estreno en Reino Unido: 11 Mayo 2007.
Estreno en España: 29 Junio 2007.
Web: www.fox.es/
28semanasdespuessite

Aún recuerdo el fascinante arranque de 28 días después, con el protagonista Cillian Murphy, aturdido y en bata hospitalaria tras despertar de un coma, paseando por un Londres inhóspito y devastado. Era el prometedor arranque de un trabajo, a mi juicio, menos logrado en el resto de su metraje. Aquella cinta se situaba en plena expansión del virus de la ira por toda Gran Bretaña, y ya contenía ingredientes habituales del género zombie, como la conversión de nuestros seres queridos en caníbales a los que debemos matar para sobrevivirles y evitar ser uno más de ellos. Las dudas de nuestro subconsciente emotivo hacia nuestros seres queridos, rápidamente, sucumben a un agudizado instinto de supervivencia. Y es que en estas dicotomías tan extremas, casi siempre privilegiamos nuestro pellejo frente a cualquier otra flaqueza emocional.

En 28 semanas después nos ubicamos en un escenario distinto. La epidemia está controlada, tropas internacionales han tomado las calles de Londres y todos los enfermos de ira parecen haber muerto en su totalidad por inanición. Es el momento de la reconstrucción y del regreso de miles de refugiados para reencontrarse con los pocos supervivientes y compartir con ellos un nuevo comienzo. Pero toda precaución es poca a tenor del alto riesgo que supondría un rebrote de un virus de tan fácil y rápido contagio. Toda la ciudad está tomada por una coalición de tropas lideradas por el ejército norteamericano. Francotiradores apostados en las cornisas de los edificios, controles de acceso para acceder a los distintos anillos de seguridad y soldados en el transporte público conforman el paisaje con el que son recibidos los refugiados recién llegados. Todo parece controlado hasta que un hecho tan insólito como esperanzador cambiará el reinante clima de tensa calma: una mujer ha sido encontrada fuera de la zona segura y, pese a ser portadora del virus, no ha desarrollado la enfermedad. Su sangre podría contener la clave para hallar una vacuna.

Con estos elementos juega Fresnadillo para rodar un cinta adscrita a un género que, como se aprecia por el resultado de su trabajo, respeta escrupulosamente. De la rica ambientación y de espectaculares secuencias como la del helicóptero (principal guiño 'gore' del filme) se desprenden un mayor desembolso monetario para esta cinta producida al rebufo del éxito de su predecesora. Pero el director de esperanzador debut con la interesante Intacto consigue aterrorizar mejor cuando sugiere más y muestra menos, como en la claustrofóbica escena de los ciudadanos 'protegidos' en un búnker subterráneo convertido en letal ratonera. Y como es norma en las buenas cintas de este género, la metáfora propuesta por Fresnadillo es tan clarividente como aterradora. La apuntaba en su gran comentario en La Butaca Miguel A. Delgado (aka, Rosenrod, del blog Dioses y Monstruos) y, con su permiso, la tomo prestada. Nuestra parte más humana y emocional es tanto el clavo incandescente que puede salvarnos, como el peor de nuestros defectos capaz de conducirnos a la autodestrucción. Una paradoja que, como queda demostrado en el epílogo de la película, deja entrever un pesimista porvenir para nuestra especie.
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¿Y si Bay se desencasillara?

Por | 09 julio 2007 | Comentar


Horas después de ver Transformers me asaltó una peculiar y particular idea: Michael Bay es un director desaprovechado. Esta ocurrencia me vino al recordar el primer buen tramo de su película anterior, La isla, y las virtudes iniciales de este último trabajo. En la cinta coprotagonizada por McGregor y la Johansson, todo su prólogo es un buen ejemplo de narrativa cinematográfica al servicio de la intriga (en este caso, en relación al escalofriante secreto oculto en esa supuesta reserva de la especie humana). En Transformers ocurre algo parecido. El relato se sigue con cierto interés mientras no se sabe mucho sobre el origen de esta ancestral raza robotizada. Luego, la especialidad de la casa Bay, la acción pirotécnica, acapara todo el protagonismo del resto del metraje.


Dirección: Michael Bay.
País: USA.
Año: 2007.
Duración: 142 min.
Género: Acción, ciencia-ficción.
Interpretación: Shia LaBeouf (Sam Witwicky), Tyrese Gibson (sargento Epps), Josh Duhamel (capitán Lennox), Anthony Anderson (Glen Whitmann), Rachael Taylor (Maggie Madsen), Megan Fox (Mikaela Banes), John Turturro (agente Simmons), Jon Voight (John Keller), Kevin Dunn (Ron Witwicky), Michael O'Neill (Tom Banacheck), Julie White (Judy Witwicky).
Guión: Roberto Orci y Alex Kurtzman; a partir de una historia de Roberto Orci, Alex Kurtzman y John Rogers; basada en los muñecos Transformers de Hasbro.
Producción: Don Murphy, Tom DeSanto, Lorenzo di Bonaventura e Ian Bryce.
Producción ejecutiva: Steven Spielberg, Michael Bay, Brian Goldner y Mark Vahradian.
Música: Steve Jablonsky.
Fotografía: Mitchell Amundsen.
Montaje: Glen Scantlebury y Paul Rubell.
Diseño de producción: Jeff Mann.
Vestuario: Deborah L. Scott.
Estreno en USA: 3 Julio 2007.
Estreno en España: 4 Julio 2007.
Web: www.transformers-lapelicula.es

Y pese al fascinante despliegue visual aliñado con los ya indispensables efectos digitales, algo que se le presupone a una cinta dirigida por este mañoso de la técnica al servicio de la acción, esta segunda parte más puramente Bay transita por rutinarios derroteros. Los robots defensores de la especie humana, los Autobots, miden su potente arsenal al de los Decepticons, quienes pretenden reconstruir su antiguo imperio universal a costa de los endebles terráqueos. El grupo liderado por Optimus Prime, respaldado por nuestra modesta y desconfiada contribución, considera ya superada su etapa como raza hegemónica y tratará de evitar la instauración de una nueva tiranía robótica liderada por el 'descongelado' Megatron, jefe de sus rivales. Mucho explosión y acción espectacular 'slow motion' conducen la cinta a un previsible epílogo y la alargan hasta unos discutibles 142 minutos.

El joven y prometedor Shia LaBeouf (Spielberg la ha reclutado para la secuela de Indy) se maneja a la perfección con su personaje y los cómicos apuros de éste para ligarse a la maciza del instituto (la epatante Megan Fox). Sus padres (Kevin Dunn y Julie White) y el agente Simmons del Sector Siete (un autoparódico John Turturro) añaden el típico humor Bay, quien no siempre acierta con sus chascarrillos intercalados entre cada 'boom-boom'. También engrosan el reparto un par de secundarios de perfiles muy prototípicos: el del militar heroico (el televisivo Josh Duhamel) y el del político honesto y valeroso (un clásico en este tipo de roles como Jon Voight). Por lo demás, los que debieran ser los personajes principales de la cinta, los poderosos Autobots y Decepticons, se limitan a protagonizar las secuencias de mamporros y a soltar algún flojo chiste del amigo Michael. Pero tras haber visto Transformers sigo pensando que el realizador de La Roca, Armageddon, Pearl Harbor o Dos policías rebeldes podría dar mucho más de sí si se preocupase más por el relato, y menos por las soluciones técnicas de complejas y vistosas escenas de acción. Aunque quizá, para hacerlo, debería estar dispuesto a arriesgar su infalible éxito taquillero.

OTRAS OPINIONES...
Jose, de 'Cine': "Por más que pretendan anonadarnos con sus superproducciones, sólo hay un camino que conduce al éxito, y ese camino es el de los sentimientos, que no se pueden comprar con efectos, tracas finales, o deslumbrantes artilugios de metal"
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Rosenrod, de 'Dioses y Monstruos': "Una copia mala y ruidosa de las películas que llenaron nuestra adolescencia bajo la advocación de 'Steven Spielberg presenta...'. Ojalá que, como en aquellas, en Transformers se viera más su huella".
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Cineahora: "La película es muy fiel a su condición de juguete para niños de 6 a 12 años, con una sobadísima historia entre buenos y malos, y de robots extraterrestres que se convierten en vehículos".

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Secuelas ‘palomiteras’ para tiempos de canícula

Por | 07 julio 2007 | Comentar


Lamento haberme ausentado de este espacio de comentario cinéfilo durante tan largo tiempo. Las obligaciones laborales, unidas a mi habitual abotargamiento durante los primeros lances estivales, me han alejado de la periódica actualización de esta bitácora. Tampoco los recientes estrenos me han provocado gratificaciones suficientes como para levantar acta con prontitud de algunos de los estrenos vistos durante el último mes. La cartelera de las salas, protagonistas recientes por su cierre-protesta*, se ha poblado de las arrasa-taquillas tan propias de la época. Las secuelas, esos derivados industriales nacidos al socaire de una exitosa franquicia fundacional, vuelven a tapar el hueco de muchas productoras: el de la escasez de ideas y buenas historias. Brevemente, quisiera dejar algunos apuntes acerca de tres cintas adscritas a este esquema.

Efímero pasatiempo

Título: Ocean's Thirteen / Dirección: Steven Soderbergh. / País: USA. / Año: 2007. / Duración: 122 min. / Género: Thriller, comedia, acción. / Interpretación: George Clooney (Danny Ocean), Brad Pitt (Rusty Ryan), Matt Damon (Linus Caldwell/Lenny Pepperidge), Andy Garcia (Terry Benedict), Don Cheadle (Basher Tarr/Fender Roads), Bernie Mac (Frank Catton), Ellen Barkin (Abigail Sponder), Al Pacino (Willie Banks), Casey Affleck (Virgil Malloy), Scott Caan (Turk Malloy), Eddie Jemison (Livingston Dell), Shaobo Qin (Yen/Sr. Weng), Carl Reiner (Saul Bloom/Kensington Chubb), Elliott Gould (Reuben Tishkoff), Vincent Cassel (François Toulour). / Guión: Brian Koppelman y David Levien; basado en los personajes creados por George Clayton Johnson y Jack Golden Russell. / Producción: Jerry Weintraub. / Música: David Holmes. / Fotografía: Peter Andrews. / Montaje: Stephen Mirrione. / Diseño de producción: Philip Messina. / Vestuario: Louise Frogley. / Estreno en USA: 8 Junio 2007. / Estreno en España: 8 Junio 2007. / Web: http://www.oceans13-es.com/

Tercera reunión cinematográfica (y no sabemos si última) de Sodebergh y su pandilla para ofrecer más de lo mismo de lo ya visto en las predecesoras a Ocean's Thirteen: chulerías de ladrones de guante blanco, rocambolescos y rebuscados retos cleptómanos y un ribete de lujo exacerbado para rematar el conjunto. Si algo tienen de agradecidas estas películas es su entretenido discurrir. El espectador mínimamente informado ya sabe qué va a ver y Sodebergh, consciente de este pacto más o menos tácito, no se desvía ni un ápice en la elaboración de este funcional coctel. A juzgar por el resultado en pantalla, la amplia cuadrilla de actores se nota cómoda en estas reuniones periódicas que parecen concertar para divertirse, de cuando en cuando, metiéndose en sus respectivas pieles de talentosos mangantes. El ágil y aseado montaje del realizador de Atlanta también contribuye a que la función transcurra como un eficaz entretenimiento tan fácil de ver como de olvidar a la salida del cine.

Otras opiniones:
[+] Jose, de Cine: 'Fish'
[+] Rosenrod, de Dioses y Monstruos: 'Para picar entre horas'

Humor transgresor para 'acompaña-infantes'

Título: Shrek Tercero (Shrek the Third) / Dirección: Chris Miller. / Codirección: Raman Hui. / País: USA. / Año: 2007. / Duración: 92 min. / Género: Animación, comedia. / Doblaje original/español: Mike Myers/Juan Antonio Muñoz (Shrek), Eddie Murphy/José Sánchez Mota (Asno), Cameron Diaz/Nuria Mediavilla (princesa Fiona), Antonio Banderas (Gato con Botas), Rupert Everett (príncipe Encantador), Justin Timberlake (Artie), Julie Andrews (reina Lillian), John Cleese (rey Harold), Eric Idle (Merlín), Cheri Oteri (Bella Durmiente), Ami Poehler (Blancanieves), Maya Rudolph (Rapunzel), Amy Sedaris (Cenicienta), John Krasinski (Lanzarote), Ian McShane (capitán Garfio). / Guión: Chris Miller, Jeffrey Price, Peter S. Seaman y Aron Warner; basado en un argumento de Andrew Adamson; sobre el libro de William Steig. / Producción: Aron Warner. / Música: Harry Gregson-Williams. / Montaje: Michael Andrews. / Diseño de producción: Guillaume Aretos. / Estreno en USA: 18 Mayo 2007. / Estreno en España: 22 Junio 2007. / Web: http://www.shrektercero.es/

DreamWorks tuvo claro que la rentabilidad en la animación digital pasaba por abarcar un 'target' de público lo más amplio posible. Aunque, probablemente, ni el más optimista de los ejecutivos de la productora fundada por Spielberg habría vaticinado en 2001 el fenomenal éxito cosechado por el primer filme del ogro verde. Pero la idea era tan simple que, si su ejecución estaba a la altura, debía ser forzosamente rentable a tenor de esta obvia ecuación: los niños necesitan la compañía de un adulto para ir al cine, y éste, habitualmente sobresaturado de programación infantil en la tele de casa, agradece pasar un buen rato y echarse unas risas gracias a un humor más picante. El niño se distrae con la acción y se divierte con los chistes más gráficos, mientras que el adulto se hace cómplice de la propuesta de los guionistas en su relectura gamberra de los clásicos de la literatura infantil. Shrek III ofrece un nuevo arsenal de chascarrillos a costa de los personajes de los cuentos de cuna. Así, el príncipe Encantador se erige en el caudillo de todos los malparados por las moraleja de las fábulas. Quieren reclamar su "vivieron felices y comieron perdices". En su asalto al reino del inopinado rey Shrek se las verán con aburguesadas felices como Blancanieves (capataz esclavista de siete enanitos), la Bella Durmiente (una holgazana enferma de narcolepsia) o Rapunzel y su larga caballera tras la que oculta un gran fraude. El filme, quizá menos equilibrado que sus predecesores, plasma en su acabado los avances de los últimos años en animación digital y, en conjunto, termina por contentar a su heterogéneo público en su mezcla entre acción y humor con retranca.

Otras opiniones:
[+] Jose, de Cine: 'Deconstrucciones'
[+] Rosenrod, de Dioses y Monstruos: '¿No será que Disney ha comprado DreamWorks?'

Más es a veces menos

Título: Piratas del Caribe: En el fin del mundo (Pirates of the Caribbean: At world's end) / Dirección: Gore Verbinski. / País: USA. / Año: 2007. / Duración: 168 min. / Género: Acción, aventuras, fantasía. / Interpretación: Johnny Depp (capitán Jack Sparrow), Orlando Bloom (Will Turner), Keira Knightley (Elizabeth Swann), Geoffrey Rush (capitán Barbossa), Bill Nighy (Davy Jones), Chow Yun Fat (capitán Sao Feng), Stellan Skarsgård (Bill Turner), Jack Davenport (James Norrington), Naomie Harris (Tia Dalma), Tom Hollander (lord Cutler Beckett), Jonathan Pryce (gobernador Weatherby Swann)./ Guión: Ted Elliott y Terry Rossio; basado en los personajes creados por Ted Elliott, Terry Rossio, Stuart Beattie y Jay Wolpert. / Producción: Jerry Bruckheimer. / Música: Hans Zimmer. / Fotografía: Dariusz Wolski. / Montaje: Stephen E. Rivkin y Craig Wood. / Diseño de producción: Rick Heinrichs. / Vestuario: Penny Rose. / Estreno en USA: 24 Mayo 2007. / Estreno en España: 24 Mayo 2007. / Web: http://www.piratasdelcaribe3.com.es/

El final de la trilogía pirata ha seguido la senda de grandilocuencia iniciado por su segunda entrega. Una gran batalla final entre los más grandes piratas y la Compañía de las Indias Orientales es el hilo conductor de una historia que, al fin, zanja las dudas del triángulo amoroso protagonizado por Sparrow (Johnny Deep), Will Tuner (Orlando Bloom) y Elizabeth Swann (Keira Knightley). Al omnipresente Sparrow en el segundo capítulo lo han relegado a un papel más contenido y más en sintonía con el bufón del primero. Sin embargo, el exceso de metraje vuelve a hacerse notar en el desarrollo y resultado de un relato atiborrado de subtramas. Vistas en conjunto, las dos últimas películas parecen haber dilapidado el frescor de la primera tras su constitución en un vasto negocio. Y pese a todo, a esta trilogía se le deberá agradecer el haber desenpolvado el cine de aventuras ultramarinas adaptándolo al público actual pero sin perder la épica de los entrañables clásicos de piratas.

Otras opiniones:
[+] Jose, de Cine: 'Trueques'
[+] Rosenrod, de Dioses y Monstruos

*Al respecto de la jornada de huelga secundada por la mayoría de exhibidores nacionales como protesta a la intención gubernamental de obligarles a reservar determinado espacio de su cartelera para el cine europeo y nacional, sólo quisiera expresar mi desacuerdo con toda medida proteccionista aplicada al arte. No es fácil seguir apostando por un negocio tan poco rentable como el de la proyección de películas —más aún cuando no se está integrado en una gran superficie comercial—, pero más difícil debe serlo si uno se encuentra con las manos atadas a la hora de elegir qué películas va a proyectar para asegurarse el mayor aforo posible. El buen cine, venga de donde venga, siempre termina abriéndose paso, incluso en aquellos cines poco habituados a la inclusión de obras independientes. Flaco favor se le hace a nuestro cine si lo introducimos con calzador en las salas. Yo defiendo el cine hecho aquí, o el europeo, siempre que, como cualquier otro, cuente con la cualidad esencial para todo amante del cine: que, sencillamente, sea bueno.