En ellas, la hemos visto como la hija del malhumorado Schmidt, como la ‘friki-seguidora’ y esposa del guionista de cómics Havey Pekar, como la desencantada ex mujer de un atontado hombre del tiempo o como la dulce esposa de un empresario envuelto en una peligrosa amistad contraída con una asesino a sueldo. En todos estos papeles, Hope Davis da la talla y consigue lo más difícil para un intérprete: que nos olvidemos de su nombre y sólo veamos, y nos creamos, al personaje que da vida. Un logro que, cuando se llega el estatus de megaestrella, es difícil seguir rubricando. Como ejemplo, De Niro y su participación en algunas comedias donde su único registro parece ser el de poner cara de mala leche (aunque, al final, el oficio siempre le salve).
Probablemente, de entre los papeles citados, quizá sea el de Joyce Brabner, en American Splendor, el más redondo de su carrera hasta la fecha. En él, Davis borda una verosímil recreación de una persona real, la esposa de Pekar, y le da una solvente réplica a un magnífico Paul Giamatti (también un calco de su personaje). Por este trabajo ha recibido los premios y menciones más importantes de su carrera: una nominación al Globo de Oro de 2003 como mejor actriz de reparto, otra en los Independent Spirit Awards de ese mismo año y el premio a mejor actriz de 2003 en los galardones concedidos por el New York Films Critics Circle.
La próxima cinta en la que veremos a Davis será Infamous, otra película sobre Truman Capote aunque ésta, al contrario que la protagonizado por Seymour Hoffman, con mayores pretensiones de ‘biopic’ y no sólo centrada en el proceso de investigación que el ególatra novelista siguió antes de escribir su obra más celebre, A sangre fría. Hope Davis encarnará a Slim Keith, una de las muchas divas que compartieron amistad con Capote.
