Título: V de Vendetta (V for Vendetta)
Dirección: James McTeigue.
Países: USA, Reino Unido y Alemania.
Año: 2005.
Duración: 132 min.
Género: Acción, drama, thriller.
Interpretación: Natalie Portman (Evey), Hugo Weaving (V), Stephen Rea (Finch), Stephen Fry (Deitrich), John Hurt (Adam Sutler), Tim Pigott-Smith (Creedy), Rupert Graves (Dominic), Roger Allam (Lewis Prothero), Ben Miles (Dascomb), Valerie Berry (Bane), Sinead Cusack (Delia Surridge), Nathasha Wightman (Valerie), John Standing (Lilliman).
Guión: Los Hermanos Wachowski; basado en la novela gráfica creada por Alan Moore y David Lloyd.
Producción: Joel Silver, Grant Hill, Andy Wachowski y Larry Wachowski.
Música: Dario Marianelli.
Fotografía: Adrian Biddle.
Montaje: Martin Walsh.
Diseño de producción: Owen Paterson.
Dirección artística: Marco Bittner Rosser, Sarah Horton y Sebastian T. Krawinkel.
Vestuario: Sammy Sheldon.
Estreno en España: 7 Abril 2006
Web: www.vdevendetta-es.com
El resultado artístico, sin embargo, difiere ostensiblemente entre este último filme y la taquillera trilogía. Sobre todo si comparamos V de Vendetta con las dos últimas películas de Matrix, decididamente entregadas a aparatosos efectos especiales en detrimento del sugerente argumento inicial de la saga. En esta cinta, dirigida por James McTeigue, el asistente de los Wachowski en las tres Matrix, se concede mayor peso al desarrollo de la historia y los personajes, mientras que las escenas de acción, rodadas con la calidad estética marca de la casa, se circunscriben a las presentes en el material original, sin aditamentos en pos de la comercialidad. La principal modificación respecto al guión de Moore proviene del mayor protagonismo concedido al personaje de Evey Hammond (Natalie Portman).
La película tiene una ambición discursiva que la hace trascender, y no pierde por ello el atractivo propio de las superproducciones
Sorprende que Larry y Andy Wachowski hayan incluido en el guión casi todos los elementos del cómic, hasta las subtramas más complejas. Algo de agradecer en estos tiempos de habitual traslación de viñetas al celuloide, pues no siempre se muestra similar respeto. También Robert Rodríguez rubricó una más que pulcra adaptación del Sin City de Frank Miller. Aún así, al genial Moore tampoco le ha contentado el resultado de V de Vendetta; puede que siga seriamente enfadado por cómo abordaron otras de sus obras: La liga de los caballeros extraordinarios y From Hell. El próximo de sus cómics en ser llevados al cine será Watchmen, proyecto en actual fase de preproducción.Y aunque la acción no sea lo primordial en esta historia, las contadas escenas del filme están rodadas a la perfección y con elegancia. Sin exageración, pero sin renunciar tampoco al depurado tratamiento estético de los Wachowski.
El reparto lo encabeza Natalie Portman, pero quizá debiera ser Hugo Weaving (el agente Smith en Matrix) quien lo hiciese. El actor nacido en Nigeria borda el papel de V a través de una interpretación apoyada únicamente en su voz y en expresivos gestos corporales; aquí, por la versión doblada, perdemos la voz, pero no la contundencia de sus ademanes. Junto a ellos, el elenco lo completan insignes actores británicos como Stephen Rea (Finch), Stephen Fry (Deitrich) o John Hurt (el líder Adam Sutler).
V de Vendetta tiene la virtud de lograr la reflexión del público sin aburrir. No la catalogaría como de cine esencialmente comercial, pese a partir de un cuantioso presupuesto. La película tiene una ambición discursiva que la hace trascender, y no pierde por ello el atractivo propio de las superproducciones. Su argumento ha suscitado más de una polémica porque, si Moore se inspiró en el Gobierno de la Dama de Hierro Thatcher, seria planteable qué inspiración le habrían proporcionado los tiempos actuales, con Bush y su Administración de Halcones autoproclamados líderes de la guerra contra el terrorismo.
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