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Los descendientes

Por | 03 junio 2012 | Comentar

losdescendientes

George Clooney y Shailene Woodley, en una escena del filme.

Ternura y comicidad de la vicisitud

No sé si leí o escuché hace poco un llamativo comentario en relación a la andadura profesional de Alexander Payne como guionista y director. Al realizador de Omaha, con cinco largometrajes escritos y dirigidos por él, lo venían a situar como un Billy Wilder moderno. Quizá resulte exagerado, pero lo cierto es que Payne ofrece en sus trabajos un conocimiento de lo humano tan agudo como el del maestro Wilder. Vistas en conjunto sus cinco películas, pese a las particularidades de cada una, todas son inteligentes, irónicas y tiernas al ofrecer relatos tan apegados a lo mundano como a unos personajes siempre bien perfilados. En sus historias no encontrarán magia, romanticismo empalagoso o dramas de saldo. Pero sí emotividad certera, personajes con defectos y virtudes tangibles y un humor colindante con la sátira cruel.

La reciente Los descendientes vuelve a ofrecer un compendio de todo ello. Nos sitúa en un idílico paisaje hawaiano y en la encrucijada de un padre cuarentón con su mujer postrada en un hospital en fase terminal. Habitualmente centrado en su trabajo de abogado, Matt King (George Clooney) deberá afrontar el papel de “progenitor de repuesto” sin nociones para una labor que apenas ha ejercitado. Su nuevo rol le hará sufrir lo indecible al pisar un terreno, el de la crianza de sus dos hijas, tan complicado como ignoto para él. Entre tanto, todo se le complicará aún más dada su condición de miembro de una familia autóctona heredera de unos valiosísimos terrenos que pronto sacarán a subasta. En su papel de administrador fiduciario de las tierras, su decisión tiene en vilo a toda una legión de caninos primos deseosos de sacar tajada del lucrativo negocio de la venta.

Con estos ingredientes y un muestrario de personajes descritos con cariño y saña a veces, Payne construye una historia conmovedora partiendo de la materia prima de lo cotidiano, de trances vitales tan comunes como cruciales para sus protagonistas. Todo envuelto en una sensibilidad carente de dramatismo efectista o de tópicos trillados, sabiendo sacar siempre un punto de comicidad de situaciones ajenas al más mínimo chiste. Pero, al mismo tiempo, sabiendo poner un punto de ternura y de humana calidez a sus filmes, acercándolos a nuestra condición de personas, tocándonos esa fibra sensible que nos iguala.

Todo este portentoso trabajo de guión queda rematado por un reparto excelente en el que se combinan estrellas como Clooney (aquí evocando la vis cómica de todo un Cary Grant) con actores desconocidos pero muy adecuados para sus papeles. El lazo lo pone esa música de inspiración tropical tan propia para acompañar a un filme que se disfruta secuencia a secuencia. Como si se saboreara un Mai Tai trago a trago.
origen-poster3Título original: The descendants. Dirección: Alexander Payne. País: USA. Año: 2011. Duración: 110 min. Género: Drama, comedia. Interpretación: George Clooney (Matt King), Judy Greer (Julie Speer), Matthew Lillard (Brian Speer), Beau Bridges (primo Hugh), Shailene Woodley (Alexandra), Robert Forster (Scott Thorson), Nick Krause (Sid), Patricia Hastie (Elizabeth King), Amara Miller (Scottie King), Mary Birdsong (Kai Mitchell), Rob Huebel (Mark Mitchell). Guion: Alexander Payne, Nat Faxon y Jim Rash; basado en la novela de Kaui Hart Hemmings. Producción: Jim Burke, Alexander Payne y Jim Taylor. Fotografía: Phedon Papamichael. Montaje: Kevin Tent. Diseño de producción: Jane Ann Stewart. Vestuario: Wendy Chuck. Distribuidora: Hispano Foxfilm. Estreno en USA: 16 Noviembre 2011. Estreno en España: 20 Enero 2012. No recomendada para menores de 7 años.
::: VALORACIÓN (1/10): 8,5

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