Deuda saldada
Puede que a Snyder le falte algo de arrojo para distanciarse del material original heredado, pero pocos reparos se le pueden poner como aplicado alumno que recita casi sin tacha la magistral lección del genio Moore. El cine ha saldado su deuda con Watchmen.En las bidimensionales historias de superhéroes hubo un punto de inflexión, un antes y un después, tras la publicación hacia mediados de los ochenta del cómic escrito por Alan Moore e ilustrado por Dave Gibbons. Salvo alguna casual coincidencia estética en los trajes de sus personajes, Watchmen no contaban con herencia argumental alguna respecto a las populares historietas de Lee, Kirby o Buscema sobre las que se erigió el emporio de la Marvel (Spiderman, Iron Man, Hulk, etc.). Era lógico. El autor de V de Vendetta, Miracleman o From Hell iba siempre un paso por delante. Su genialidad y transgresión le convertirían en un autor inclasificable, de ideas al margen de toda corrección política y, con el tiempo, en torno a él se cimentarían esa imagen actual suya de ermitaño inaccesible.
Dirección: Zack Snyder.
País: USA.
Año: 2009.
Duración: 163 min.
Género: Acción, fantástico, ciencia-ficción.
Interpretación: Malin Akerman (Laurie Jupiter/Espectro de Seda II), Billy Crudup (Jon Osterman/Dr. Manhattan), Matthew Goode (Adrian Veidt/Ozymandias), Carla Gugino (Sally Jupiter/Espectro de Seda), Jackie Earle Haley (Walter Kovacs/Rorschach), Jeffrey Dean Morgan (Edward Blake/El Comediante), Patrick Wilson (Dan Dreiberg/Búho Nocturno II).
Guión: David Hayter y Alex Tse; basado en la novela gráfica de Alan Moore e ilustrada por Dave Gibbons.
Producción: Lawrence Gordon, Lloyd Levin y Deborah Snyder.
Música: Tyler Bates.
Fotografía: Larry Fong.
Montaje: William Hoy.
Diseño de producción: Alex McDowell.
Vestuario: Michael Wilkinson.
Estreno en USA: 6 Marzo 2009.
Estreno en España: 6 Marzo 2009.
Web: www.watchmen-lapelicula.com
No obstante, con o sin la aprobación de su creador, Watchmen ya tiene su versión fílmica por obra y gracia del jovez director Zach Snyder, cuyo precoz talento viene avalado por magníficas revisiones/adaptaciones de aclamadas obras como El amanacer de los muertos (remake de la cinta del maestro de los zombies Romero) o 300 (adaptación del tebeo del genial viñetista Miller). Y justamente su éxito con esta última cinta, de estética rompedora y argumento distante a adaptaciones de cómic coétaneas, ha sido la llave que le ha permitido acceder a la esquiva financiación de un proyecto abortado en varias tentativas previas.
Y el resultado no defradudará ni a profanos ni a incondicionales de la obra original, aunque los más puntillosos echen en falta alguna subtrama (habrá una versión extendida en DVD de tres horas y media) o la modificación de algún detalle final. La fuerza gráfica de las viñetas permace intacta y adquiere una nueva dimensión plástica gracias al poder del lenguaje audiovisual. Snyder, al igual que con 300, no sólo adapta, sino que traslada el universo del cómic al formato cine. El aspecto formal de Watchmen epata y vuelve a erigir a Snyder como uno de los directores con mayor agudeza visutal del cine contemporáneo.
Argumentalmene es digno de aplauso el esfuerzo de sintetización y ordenación narrativa llevado a cabo con una obra tan basta y compleja como Watchmen. La cinta sigue el hilo conductor de una trama principal propia de un thriller: el asesinato de El Comediante, un antiguo miembro de un grupo de héroes jubilados, pondrá a un compañero de éste, Rorschach, a indagar el origen de su crimen y el perpetrado con otros enmascarados ahora inactivos. Y aborda a partir de ahí, a medida que el relato de la investigación avanza, la intrahistoria de estos atípicos héroes sin superpoderes y unidos en su lucha contra el crimen ataviados de antifaz y leotardos. Todo ello contextualizado en una ucronía en la que Nixon es aún presidente de EE.UU. en 1985 tras ganar la guerra de Vietnam y el choque entre americanos y rusos está a un palmo de derivar en una guerra nuclear que conduzca a la autodestrucción planetaria.
Puede que a Snyder le falte algo de arrojo para distanciarse del material original heredado, pero pocos reparos se le pueden poner como aplicado alumno que recita casi sin tacha la magistral lección del genio Moore. El cine ha saldado su deuda con Watchmen.
OTRAS OPINIONES...
Jordi Costa (El País): «La película puede resultar áspera, excesiva y casi indescifrable por puro exceso de información a quien no haya leído el original, pero parece meticulosamente diseñada para no soliviantar a los incondicionales».